lunes, 13 de agosto de 2007

Jurándome el mar...


Juró haber visto el mar, la noche última (antes de la caída del último verano). Lo creía a solas, y lo vió colmado de la inmovilidad eterna y etérea –esa misma, de los que nacen a deshoras del día, pero llegan a tiempo a la primera madrugada-.
Mientras, yo las miraba. Porque las cortinas tenían pequeños circulitos (imperfectos), algunos más que otros, y cierto color a invierno pasado (de esos que dejan la bufanda impregnada con perfume de estación de trenes o cuartos de hotel). Las cortinas tenían pequeños circulitos y yo los miraba, imperfectos.
Y la noche última, como los azulejos, circulitos… Y él lo creía a solas, y yo y los circulitos, y el humo y los inviernos etéreamente inmóviles…
Será que llegamos a tiempo a la primera madrugada.
Será que me vi arrebatando –de pronto- tu boquita, apenas París, jurándome el mar, y habernos visto…

18/02/07


1 comentario:

Anónimo dijo...

Juro a ver dicho que sos mi escritora favorita.

Juro que me das paz,

Juro tambien que me das amor,

Juro que este dia fue re lindo.




Y juro que verte me hizo bien.





Gracias x tanto, changa...